PUÑOS CERRADOS EN LOS BEBÉS
Sabías que….los bebés mantienen los puños cerrados hasta los cuatro meses, aunque antes de esa edad, abren las manos de manera intermitente. A los tres meses, ya son capaces de sostener objetos por un par de minutos. A los cuatro meses, pueden agarrar el sonajero por más tiempo. Y a los cinco meses, logran manipular algunos juguetes.
CUIDADOS CUANDO NUESTRO HIJO TIENE FIEBRE
Cuando nuestro hijo tiene fiebre nuestra rutina se altera y estamos pendientes de que vuelva a sentirse bien.
Es importante que siempre bajemos la fiebre al niño y luego lo llevamos al médico, no tiene sentido que lleguemos al hospital con el bebé afiebrado porque estará molesto y al médico no le aporta ningún dato verlo con fiebre, alcanza con que se lo digamos nosotras.
Seguramente tendrás en tu botiquín un antifebril, pero a veces no alcanza para que la fiebre baje, por eso hay que tener en cuenta que un método que generalmente no falla es darle un baño al bebé. El agua debe estar tibia, ni fría ni caliente. Verás que unos minutos en el agua le bajarán la temperatura. También es útil colocarle en la frente un pañuelo húmedo con agua fría, esto es bueno para cuando están dormidos.
Además, recuerda que cuando tienen fiebre no hay que presionarlos para que coman, pero sí deben beber mucha agua para no deshidratarse.
Es importante que siempre bajemos la fiebre al niño y luego lo llevamos al médico, no tiene sentido que lleguemos al hospital con el bebé afiebrado porque estará molesto y al médico no le aporta ningún dato verlo con fiebre, alcanza con que se lo digamos nosotras.
Seguramente tendrás en tu botiquín un antifebril, pero a veces no alcanza para que la fiebre baje, por eso hay que tener en cuenta que un método que generalmente no falla es darle un baño al bebé. El agua debe estar tibia, ni fría ni caliente. Verás que unos minutos en el agua le bajarán la temperatura. También es útil colocarle en la frente un pañuelo húmedo con agua fría, esto es bueno para cuando están dormidos.
Además, recuerda que cuando tienen fiebre no hay que presionarlos para que coman, pero sí deben beber mucha agua para no deshidratarse.
COMO FAVORECER LA SUBIDA DE LA LECHE
El secreto para que la subida de la leche transcurra sin problemas se traduce en dos palabras: inmediatez y frecuencia. Amamanta a tu hijo nada más nacer o a mamar (en la primera antes y media hora tras el parto) y permítele el proceso que tenga “acceso directo” a tu pecho, aunque no vaya a comer (lo que se llama succión no nutritiva, que realiza para calmarse, sentirte…).
Si le das de mamar frecuentemente (sin sujetarte a horarios), tu cuerpo capta la señal y comienza a fabricar la leche que sustituirá al calostro. Se ha comprobado, además, que cuando se ha amamantado ya a un bebé, la leche tarda menos en subir y el pequeño gana peso antes que sus hermanos mayores.
Existen ciertas situaciones especiales
• Cesárea. Es la expulsión de la placenta la que origina la subida. Por tanto, el tipo de parto no interviene. Si das a luz así, sólo deberás buscar una postura cómoda y en la que tu hijo no se apoye en la cicatriz. Te recomendamos ésta: pon al bebé tumbado en la cama, a la altura de tu pecho, y girado hacia ti, mientras tú estás de lado, apo,vándote en un brazo.
• Bebé prematuro. Nacer antes de tiempo no es un impedimento para mamar del pecho; se ha comprobado que por encima de 1,500 kg pueden hacerlo. Además, la madre fabrica una leche adaptada para los prematuros que, más que ningún niño, necesitan beneficiarse de las propiedades de la leche materna.
• La subida se retrasa. Hay casos en los que tarda cuatro días o más. No te angusties: el calostro alimenta perfectamente a tu hijo y, a no ser que el médico observe que su ganancia de peso no es la adecuada, no hará falta que tome nada más. Algunas de las circunstancias que pueden provocar el retraso son padecer diabetes insulinodependiente, ser obesa y haber sufrido un estrés intenso en el parto.
CONSEJOS PARA QUE TU BEBÉ DUERMA MEJOR
El sueño es el gran tema que preocupa a los padres. Son pocos los bebés que duermen sin problemas, muchos en algun momento se niegan a dormir por la noche y quieren jugar, mientras que no tienen problemas en dormir durante el día. Por supuesto, los padres quedan agotados y esto no es sano para nadie.
Debemos saber que los bebés no saben de horarios, ellos se guían por sus instintos, por eso para ellos es axactamente lo mismo dormir a las diez de la noche que a las cuatro de la tarde. Sin embargo, es muy útil crear hábitos en el bebé de manera tal que comience a distinguir el día de la noche. Es importante que durante la noche se apaguen todas las luces de la casa. Mientras que cuando el bebé duerme la siesta nunca hay que dejar su habitación cerrada de modo que quede totalemente oscura. Durante el día, hay que dejar la persiana unos centímetros levantada para que entre la claridad y el bebé sepa que es de día.
Otro consejo de oro para lograr que el bebé se duerma bien por la noche es crearle una rutina y respetarla. Es decir, hay que hacer todas las noches lo mismo: por ejemplo, bañarlo, darle la mamadera y llevarlo a su cuna a dormir. De esta manera, con el tiempo, el bebé aprenderá que luego del baño viene la comida y luego el sueño. Los niños que viven en hogares donde hay rutinas que se cumplen por lo general duermen mucho mejor.
Debemos saber que los bebés no saben de horarios, ellos se guían por sus instintos, por eso para ellos es axactamente lo mismo dormir a las diez de la noche que a las cuatro de la tarde. Sin embargo, es muy útil crear hábitos en el bebé de manera tal que comience a distinguir el día de la noche. Es importante que durante la noche se apaguen todas las luces de la casa. Mientras que cuando el bebé duerme la siesta nunca hay que dejar su habitación cerrada de modo que quede totalemente oscura. Durante el día, hay que dejar la persiana unos centímetros levantada para que entre la claridad y el bebé sepa que es de día.
Otro consejo de oro para lograr que el bebé se duerma bien por la noche es crearle una rutina y respetarla. Es decir, hay que hacer todas las noches lo mismo: por ejemplo, bañarlo, darle la mamadera y llevarlo a su cuna a dormir. De esta manera, con el tiempo, el bebé aprenderá que luego del baño viene la comida y luego el sueño. Los niños que viven en hogares donde hay rutinas que se cumplen por lo general duermen mucho mejor.
